Ana María Palacios (ANR) es concejala municipal de la ciudad de Encarnación por
segundo período consecutivo. Desde su juventud,
recuerda que al ser su padre un referente colorado, participaba en diferentes
actividades que realizaba el partido.
La concejala se destacó desde muy joven, siendo miembra de la comisión de
la juventud colorada de la Sub seccional n°2 Valentín Brítez y trabajando arduamente en temas sociales de relevancia
para Barril Paso donde ella vivía con sus padres.
Entre los trabajos que realizó en ese período se destacan la implementación
del tendido eléctrico de luz y a través
de ayudas comunitarias, como rifas y fiestas para recaudar fondos, poder pagar
a la extinta Corposana para que lleve las cañerías con agua potable.
De esta manera, la actual concejala cobró notoriedad en su comunidad
barrial. Luego como docente se vinculó a las luchas sindicales por las mejoras
laborales, fue Presidenta de la Asociación de Docentes de Encarnación que en
aquellos años eran más de 700 afiliados. Por otro lado, ha trabajado en los
temas vinculados al presupuesto de educación para la ciudad de
Encarnación. “Al conocer la mayoría de las escuelas y manejar los presupuestos que
llegan a la comunidad puedo aportar más para que lo que se distribuya se haga
de manera real y equitativa”, menciona.
Antes de ser concejala, Palacios se desempeñó como la primera directora de
la Consejería por los Derechos de la Mujer de la Municipalidad de Encarnación,
actual Dirección de la Mujer, mecanismo institucional responsable de
transversalizar la perspectiva de género en la gestión local.
Luego de 9 años de presentarse en la lista de concejales municipales, pero
en números no elegibles, Ana María fue electa por primera vez en las Elecciones
Municipales del 2010, cuando finalmente ocupó el número 4 en la lista general y en igual puesto en las
últimas elecciones del 2015.
Ocupar ese lugar en las últimas elecciones no fue por su aporte económico, “como docente universitaria no tengo
solvencia económica para pagar una campaña. Pero creo que mi trabajo durante
todos estos años me han posicionado y tengo electores que creen en mi” acota.
Así como la concejala Palacios, muchas mujeres en nuestro país aún ven lo
económico con un asunto determinante para la participación política y es una
barrera que desde el Estado se debe transparentar para saber qué origen tiene
los fondos que se destinan para ciertas campañas y, por parte de los partidos
regular esos financiamientos para que, de manera equitativa, las mujeres
también puedan tener mayor visibilidad en las campañas políticas.
Ana considera que “la mayor parte de
las personas que votan por mí, son de los barrios de Encarnación y del sector
docente, ya que he trabajado por ambos sectores durante mucho tiempo”.
Consultada sobre el espacio político y las relaciones que se dan en ese
ámbito, la concejala Palacios nos comenta que “no es un espacio fácil. Si bien no he tenido inconvenientes con mis
compañeros durante estos dos períodos como concejala, si se han presentado
situaciones como cuando entre los hombres deciden quienes van a hablar o
representar a la Junta Municipal en algún momento en específico”.
Como parte de la Comisión de Obras, Ana se desarrolla específicamente
porque conoce muy bien la situación de las instituciones educativas en nuestra
ciudad, así también preside la Comisión de Educación y Deportes. Como habitante
de un barrio periférico, la concejala forma parte de la Comisión de Asuntos
barriales de la Municipalidad.
Sobre la participación política de las mujeres en Encarnación, la concejala
Ana María afirma categóricamente que “nos
falta muchísimo esa participación política de las mujeres”. Y sobre las
elecciones municipales de 2015, las mujeres encarnacenas perdieron dos lugares
en la Junta Municipal, porque paso de tener 4 mujeres en el periodo 2010-2015 a
tener solo dos en este periodo 2015-2020.
En marzo de 2018, Encarnación se convirtió en el tercer distrito a nivel
nacional en contar con una ordenanza para que las comisiones vecinales y la
directiva deben ser integradas de forma paritaria por hombres y mujeres, dando
un 50% de participación a varones y un 50% a mujeres.
En el marco del proyecto "Visibilizando la violencia política a concejalas e intendentas del Sur del país" de la Red de Mujeres del Sur. Con el apoyo del Fondo de Mujeres del Sur
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