jueves, 7 de marzo de 2019

Violencia política: la agresión naturalizada que sufren las mujeres políticas


Existe un aspecto aún pendiente que debe ser tratado de manera efectiva y tiene que ver con las constantes violencias que sufren las mujeres que ocupan un lugar de poder en nuestro país. Este hecho va en sentido contrario con el supuesto “fortalecimiento democrático”, que de hecho tiene una historia muy reciente en Paraguay.

Si aplicamos el significado de democracia dada por la Norma Marco para Consolidar la Democracia Paritaria aprobada por ONU Mujeres, Parlamento Latinoamericano y Caribeño (2013), la misma se funda en los principios de inclusión, igualdad, no discriminación y universalidad, así como la separación e independencia de los poderes del Estado. Y, por otro lado, como un sistema de convivencia, con tolerancia y respeto a las diferencias, donde por lo tanto no debería de existir discriminación en el ámbito político por razones de género.

Sin embargo, las mujeres políticas en Paraguay sufren violencia que se acentúan más a medida que van llegando los periodos electivos, cuando se disputan los espacios en las papeletas. Siendo este un obstáculo más que las mujeres deben enfrentar para llegar a los estamentos de poder.

Si bien, el Estado paraguayo ha avanzado considerablemente en el abordaje de la violencia contra las mujeres, aún pueden mejorarse los instrumentos jurídicos e institucionales para abordar las diferentes formas de violencia basada en género y en este caso, en su esfera pública.

Según la Ley nº 5777/ De protección integral a las mujeres, contra toda forma de violencia, que entró en vigencia en el año 2017, “la violencia política es toda acción realizada contra la mujer que tenga como fin retardar, obstaculizar o impedir que la misma participe de la vida política en cualquiera de sus formas”.  
Esta ley abre las puertas a otras miradas para problematizar la violencia hacia las mujeres también en la política. Pero seguimos careciendo de análisis para desnaturalizar las prácticas violentas que existen en la política paraguaya.

Para la socióloga Daniela Cerva, los orígenes de la violencia política de género se encuentran en la desigual relación de poder que existe entre hombres y mujeres, en el entendido que históricamente el espacio público-político ha sido escenario privilegiado del género masculino.

Las instituciones y organizaciones creadas para dar vida al orden de lo político no sólo se fundan en la presencia exclusiva de los varones, sus dinámicas de funcionamiento, códigos, lenguaje y normas, sino que también son un reflejo de la primacía de un solo género. Al querer ingresar a la política, las mujeres no sólo se encuentran en desventaja: su sola presencia transgrede un orden que naturaliza su exclusión.

Por otro lado, desde una visión crítica feminista, esta problemática tiene su explicación por la forma en que se viven las desigualdades de género en los ámbitos políticos. Estos hechos de discriminación y violencia son fenómenos inherentes a la participación política de las mujeres que, a su vez, surgen como una revelación en contra del orden patriarcal que establece social y culturalmente que estos espacios son masculinos por excelencia.

Aunque la Convención de Belém do Pará de la OEA, promueve en la región medidas tendientes a erradicar este fenómeno. Sin embargo, solo siete países han elaborado iniciativas, a pesar de la relevancia que ha adquirido la violencia política en razón de género en América Latina, pero solo Bolivia logró promulgar en el año 2012 una Ley contra el acoso y violencia política hacia las mujeres.

El reconocimiento de este tipo específico de violencia obliga al Estado a establecer, promover y difundir políticas publicas dirigidas a prevenir, disminuir y erradicarla.

Aunque no exista un tipo penal específico sobre violencia política, pudiendo aplicarse los tipos penales de contenidos en las figuras de coacción, lesión, amenaza, etc., dependiendo del hecho, sin lo cual sea posible visibilizar el contexto específico en que se realiza y la violencia a mujeres políticas sigue siendo una realidad y marca la agenda en los medios de comunicación tradicionales, como en los chats a través de memes difundidos en los medios de mensajería rápida como el whatsapp.        

Fotografía 1: Campaña Paraguay Vota Paridad
Fotografía 2: Concejala Municipal Alba Ávalos. Integrante de la Red de Mujeres del Sur de Santa María Misiones
Fotografía 3: Concejala Municipal Marialba Campias. Integrante de la Red de Mujeres del Sur de Pilar, Ñeembucú. 
Fotografía 4: Intendenta Municipal Del Pilar Vázquez Cabrera, de José Leandro Oviedo, Itapúa. Integrante de la Red de Mujeres del Sur. 

En el marco del proyecto "Visibilizando la violencia política a concejalas e intendentas del Sur del país" de la Red de Mujeres del Sur. Con el apoyo del Fondo de Mujeres del Sur. 


No hay comentarios.:

Publicar un comentario